viernes, 21 de agosto de 2015

La educación en Venezuela

La educación es ese hermoso tesoro que bien vale la pena querer y cuidar, la educación la hacemos todos los que estamos conscientes del valor que tiene, todos los que la tenemos presente como parte fundamental del alma de toda nación.
La educación, formal e informal, es parte esencial de una sociedad que quiere un mejor presente en un país libre y soberano. Una sociedad que otorga el privilegio de contar con el estado docente tan promocionado y defendido por el gran educador margariteno Luis Beltrán Prieto Figueroa (1902-1993),  que hoy por hoy es una feliz concreción. (Ley Orgánica de Educación (LOE), aparecida en la Gaceta Oficial Nº 5.929, del 15 de agosto del 2009 y lo establece la Constitución Nacional, al final del artículo 102, “El Estado la asumirá (la educación) como función indeclinable y de máximo interés en todos sus niveles y modalidades, y como instrumento del conocimiento científico, humanístico y tecnológico al servicio de la sociedad”.   )
La Constitución Nacional la garantiza y consagra con el cuidado de un Estado que actúa como un padre que quiere lo mejor para sus hijos y por eso procura la mejor educación posible, con un carácter esencialmente democrático, completamente gratuita y también de total inclusión para todos los venezolanos y los extranjeros que conviven en paz en esta noble y extensa geografía.
Nuestra educación venezolana es completamente gratuita, ya no posee el carácter de exclusión que tienen todavía la gran mayoría de los sistemas educativos de este y otros continentes, los cuales toman la educación concebida como una mercancía, eso felizmente ya no ocurren aquí, se impidió su privatización total.
Hemos superado la educación confeccionada solo para las personas que por tener más ingresos económicos tenían más opciones y más posibilidades de estudiar. Hemos dejado atrás una educación tecnocrática que respondía con exactitud a la corriente neoliberal, hemos superado, gracias a Dios, una educación mercantilizada cuya pedagogía perpetuaba la dependencia y la sumisión del país.
LCDO. WILLIAM MANZANILLA

No hay comentarios:

Publicar un comentario